Al otro lado del charco En el marco del X Congreso Iberoamericano de Extensión Universitaria se presentó en Montevideo el “Derecho a Tener Derechos”. La iniciativa llamada José Luis Rebellato en honor al educador popular uruguayo, se propuso poner en tensión las formas de hacer extensión desde la Universidad hacia la comunidad.
Participaron estudiantes, docentes, investigadores, organizaciones y experiencias de diferentes países y temáticas. Había feria de textos, presencia de Medios Comunitarios uruguayos como FM La Voz y un sinfín de colores y sonidos que se mantuvieron en las jornadas del ExtenSo que duraron del 5 al 9 de Octubre.
En el marco de la visita al otro lado del charco, se distribuyeron una treintena de manuales y otros tantos Marche Preso entre diversas iniciativas de Brasil, Argentina y Uruguay. Todo un orgullo y alegría para continuar trabajando, porque no hay DERECHOS sin ORGANIZACIÓN COLECTIVA.
Presentación del Programa y otras experiencias
En la mesa “Derechos humanos, luchas y propuestas”, compartimos la experiencia del Manual y nos vinculamos con otras iniciativas de Brasil, Argentina y Uruguay. A través del debate y el aporte de otros compañeros, se hicieron preguntas sobre la universalidad de los Derechos Humanos y las diferentes formas de ejercicio de violencia institucional que se sufre en los países vecinos.
Se conoció la propuesta de la Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida. Esta experiencia uruguaya logró, a través del Sindicato de Trabajadores del Agua y del apoyo de toda la comunidad, que el agua se encuentre en un 96% en manos del Estado uruguayo y el resto en manos privada nacionales. Después del efecto privatizador de los ´90 y en un momento donde el agua se comercializaba como mercancía, lograron una reforma constitucional que permitió que sea considerada como un Derecho para la vida: este logro fue conocido en América Latina como el Octubre Azul. Algunos de sus promotores socializaron libros en los que cuentan cómo se desarrolló la experiencia, donde no contaban con el presupuesto para llevar adelante campañas de concientización y promoción del agua como un derecho lo largo del suelo uruguayo. Sin embargo, y subidos a caballos y usando los colores y ritmos que les da la murga uruguaya, recorrieron el país tomando las calles y haciendo del agua un Derecho. Hoy ya sabemos lo que les permitió: agua para todos no sólo para quienes pueden comprarla.
También participaron en esta mesa los compañeros brasileros del Programa Pró-egresso, en su mayoría estudiantes de abogacía, trabajo social y psicología. Es un proyecto destinado a la integración social de presos y reintegrados del sistema de prisiones: toda una estructura de trabajo que va desde el asesoramiento jurídico-legal hasta la generación de una bolsa de trabajo y acompañamiento a las familias.
Otro contacto muy importante que se generó a través de la mesa “Derechos humanos, luchas y propuestas”, fue con una argentina que vive y ejerce la docencia en la Universidad Federal de Santa Caratina-Brasil y forma parte del Centro Socio-Económico y del Núcleo de Estudios de Servicio Social y Organización Popular (NESSOP). La profesora María del Carmen Cortizo reflexionó sobre las formas de investigar y hacer extensión en nuestras universidades, y destacó la importancia de repensar al marxismo y ciertas categorías academicistas. Se llevó material del Derecho a tener Derechos para hacer circular en el NESSOP y quedó hecho el vínculo.
Por la Educación Popular
Otra oportunidad de compartir el Manual fue en la Carpa Paulo Freire, montada en la explanada de la Universidad de la República. Allí se abrió un espacio mucho más amplio, que invitó a compañeros de organizaciones y a todo aquel que tuviera curiosidad. La jornada empezó con la proyección del audiovisual Marche Preso para presentar la criminalización de la pobreza y la protesta social, para después sentarse en un gran círculo y hacer rodar la voz.
El espacio en la Capra fue muy importante porque permitió contar la experiencia de Promotores de Salud con el MTD, escuchando a su vez a militantes de organizaciones y sindicatos de trabajadores y campesinos contar sus luchas. Estuvieron presentes compañeros del Movimiento Nacional Campesino Indígena de nuestro país, tanto personas del MOCASE como de la Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra de Cuyo: de su relato se pudo continuar discutiendo sobre el Derecho a la Protesta Social y su legitimidad como herramienta de la lucha colectiva.
También estuvieron presentes en la Carpa y recibieron Manual las siguientes organizaciones: el Núcleo de extensos Popular Flor de Mandacarú (UFPB), Comunidade Quilombolo de Paratibe (Paraíba), Centro de Innovación y Desarrollo para la Acción Comunitaria (CIDAC) de Barracas, Red de Organizaciones Sociales Paysandú, SUTABA (Sindicato Único de trabajadores del arroz y afines), y estudiantes de la Facultad de Agronomía de La Pampa-Centro de Estudiantes y Consejo Académico.
Regresando a la hermosa experiencia que pasamos en la Carpa, Damián, integrante de la Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra de Cuyo, compartió su experiencia. Dijo que vienen trabajando hace más de diez años desde el sur de la provincia de San Juan hasta San Rafael, en Mendoza. Con la participación de más de 300 familias que se unen en 30 comunidades productivas, van adelante en la lucha por la tenencia de la tierra, porque la tierra es de quienes la trabajan.
Un gran aporte para el Manual fue la posibilidad de pensar dentro del acceso a la ciudad, la accesibilidad a la tierra para campesinos y representantes de pueblos originarios. El derecho a la tierra continúa apareciendo en la vereda contraria al mercado inmobiliario y a la planificación urbana de nuestras sociedades.
Hasta las 17 nos albergó la Carpa, que nos dejó sin manuales ni Marche Preso. Allí entregamos a Alejandro López de FASINPAT (Fábrica sin Patrón), mejor conocido como ZANON, que desde Neuquén se acercó para contar su experiencia en una mesa que se llamó “Empresas recuperadas por sus trabajadores: aproximación a los procesos de gestión obrera del Cono Sur”; también entregamos un ejemplar a la Imprenta Chilabert, que desde Pompeya, además de funcionar como una empresa recuperada por sus trabajadores, se encuentra en la reciente construcción de un Bachillerato Popular con orientación Gráfica. Según Placido, su representante en el Extenso, sería muy útil trabajar con el Manual en el Bachillerato Popular que aún no ha recibido el apoyo del Gobierno de la Ciudad.
Dos contactos más: la gente del colectivo de comunicación comunitaria "La Voz", quienes nos dieron dos materiales audiovisuales, uno sobre la conformación de una experiencia de televisión comunitaria, que no sólo hace pensar lo importante que es abordar la comunicación desde las organizaciones sociales, sino que también desmitifica los impedimentos técnicos y financieros que muchas veces retardan este tipo de procesos. Con voluntad y el trabajo colectivo las fronteras se desdibujan y cualquier distancia parece a la vuelta de la esquina.
Por último, el Director del Programa Uruguay Clasifica, enmarcado en el FOCEM (Fondo para la Convergencia estructural del Mercosur) dentro del Ministerio de Desarrollo Social, se llevó un Manual y dijo que están trabajando con cartoneros en la confección de un "manual" para clasificación de Residuos. La idea es que una vez que esté listo ese material poder recibirlo y trabajarlo en Argentina.
Comunicando
El jueves por la mañana, en la Facultad de Ciencias Sociales de la República, se presentaba la conferencia "Universidad y Sociedad/Comunicación y participación". Allí fue posible encontrarse con muchos compañeros estudiantes, docentes, investigadores y extensionistas de la comunicación. Disertaron el Coordinador de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad, Gabriel Kaplun (hijo de Mario Kaplun), el colombiano Williams Torres, el paraguayo Juan Díaz Bordenave y el argentino Daniel Prieto Castillo.
La exposición se desarrolló con mate y mucha simpatía. Fue difícil caer en la cuenta de que los expositores son comunicadores con mucha trayectoria en el campo de la comunicación para el desarrollo, especialmente de la comunicación participativa, comunitaria y popular. Todos se dedicaron a hacer un mapa de cómo se está pensando la comunicación en sus territorios, para pensar a la práctica desde un lugar más crítico. Luego se abrió el foro debate y hubo oportunidades de replicar y conversar, y por qué no, de presentar el Programa de Extensión el Derecho a Tener Derechos, que a la hora de pensar procesos de transformación en las organizaciones aborda la comunicación comunitaria y la educación popular como herramientas de gestión para el cambio social.
Gabriel Kaplun y Daniel Prieto Castillo se llevaron un Manual cada uno. Además de mostrarse agradecidos, prometieron leerlo y enviar una devolución. Otro material quedó para el Colombiano William Torres, que tiene pensado un viaje hacia Argentina en marzo del 2010, por lo que se quedó en contacto para volver a encontrarnos, esta vez en suelo argento. Quizás es para destacar una frase que él mismo uso en un mail de agradecimiento que nos envió refiriéndose al Manual: “nos va a ser muy útil para trabajar en Colombia, que estamos aplastados pero no acabados".
La posibilidad que abren estos escenarios, esta vez el Extenso, permite la creación de vínculos para continuar trabajando en pos de objetivos afines. Tanto el Manual como el Marche Preso resultaron muy útiles para muchos compañeros de movimientos sociales que viven a diario atropellos de violencia institucional o desalojo.
En búsqueda de la Propiedad Colectiva
El jueves nos reunimos con miembros de la Comisión Directiva de FUCVAM (Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua). Es una organización de segundo grado que nuclea alrededor de 400 cooperativas en todo el país. Las cooperativas en promedio están formadas por 35 a 40 familias, aunque se registran cooperativas de alrededor de 500 familias. En Argentina mantienen vínculos fuertes con la CTA, específicamente con el MOI.
Apenas se llegó a la sede contaron que íbamos a presentarnos en el marco de la Asamblea interna que reúne a todos los delegados de las Cooperativas, grata sorpresa nos dimos cuando todos los representantes de Montevideo, más de 100 personas, estaban listas y organizadas para escuchar. Se hizo una breve presentación, refiriéndonos al eje del Manual sobre derecho a la ciudad pero compartiendo con los presentes la posibilidad de utilizar todos sus temas.
Después continuamos en una reunión con algunos de los referentes de la Federación para conocer más a fondo cómo es posible la Cooperativa de Ayuda Mutua en Uruguay. Esta charla, que duró casi dos horas, tuvo mucho de la mística y el trabajo territorial político que realizan hace 30 años.
El comienzo de las Cooperativas se remonta a 1968, cuando en Uruguay se sanciona la Ley Nacional de Vivienda, favorecida por el sector empresarial donde se promovía que de las viviendas para los pobres se encarguen las cooperativas. En este marco se formaron dos tipos de cooperativas: Cooperativas de Propietarios Individuales o de ahorro y Cooperativas de usuarios, que es la que establece la propiedad colectiva.
La inversión para la construcción de las viviendas es financiada a través del Estado Nacional a través del Ministerio de Vivienda. La tierra es propuesta por las cooperativas, previa compra de la misma, porque hay muy poca tierra fiscal. El monto de financiación involucra el costo de la tierra, el total del costo que financia el Estado se devuelve en cuotas mensuales.
Los referentes de FUCVAM recalcaron que prácticamente no hay movilidad, o sea que es muy raro que las familias se retiren de las cooperativas. La propiedad colectiva les brinda cobijo a las familias que en caso de no poder pagar, de acuerdo lo establece la Ley de Vivienda, el Ministerio cubre el no pago de las cuotas. No hay un solo registro de desalojo por no pagar cuotas. Tampoco hay familias que reclamen la propiedad privada, en caso de que una familia se quiera retirar de la cooperativa, ésta les devuelve el dinero que se ajusta de acuerdo a un índice (Unidad de Reajuste), atado al índice de ajuste salarial.
El tiempo de espera que se da entre la formación de una Cooperativa y el momento en que finalmente sale el financiamiento del proyecto, conspira fuertemente contra la integridad y sostenimiento de la Cooperativa. En las Cooperativas de Vivienda de Ayuda Mutua todos construyen las viviendas de todos, además de salones comunitarios, oficinas y policlínicas. Deben cumplir 20 horas semanales de trabajo, a lo largo de dos años, esto es lo que se llama Jornadas Solidarias. Hasta el momento en Montevideo, FUCVAM ha construido, viviendas para 15.000 familias, a través del trabajo cooperativo y la propiedad colectiva.
La propiedad colectiva, que para ellos es de Ayuda Mutua, ya no se cuestiona. Es la herramienta que sirve de base y respaldo para los compañeros que forman parte de las Cooperativas.
Nos entregaron material, que tiene que ver con el trabajo que ha estado haciendo FUCVAM, varias cartillas de difusión y nos obsequiaron los últimos dos números de la revista Vivienda Popular. Benjamín Naum, el Secretario General de FUCVAM contó que en una publicación de la Facultad de Arquitectura publicaron una nota haciendo referencia al material del Manual.