09-11-2009 / Es una herramienta para la defensa de organizaciones populares
Por Bibiana Parlatore
¿Qué hacer cuando detienen a un compañero de la organización durante una protesta? ¿Cómo actuar cuando la detenida es una mujer? ¿Qué pasa cuando sacan fotos en condiciones de detención? La respuesta a esos y otros interrogantes ante hechos recurrentes durante las protestas sociales, en los que la violación de derechos básicos de las personas y la creciente criminalización y judicialización del reclamo social es una práctica frecuente, se pueden encontrar en "El Derecho a tener Derechos", un manual de derechos humanos para organizaciones sociales elaborado para que sus miembros cuenten con mayor información durante sus luchas cotidianas, sobre derecho a la protesta social, derecho a la ciudad, derechos frente a la violencia policial, derecho a la salud y estrategias de comunicación comunitaria.
Mientras que el código penal tipifica como contravenciones o delitos algunas prácticas como pintar una pared, hacer un piquete o cortar una calle, para los hacedores del manual no es más que ejercer el derecho a expresarse en la calle y de hacer visibles –para el Estado y el resto de la sociedad– las problemáticas y demandas de los protagonistas.
EXPRESIÓN. “Como militantes sociales veíamos que desde distintas organizaciones eran recurrentes algunas preguntas referidas al derecho a la protesta o petición a las autoridades; a los derechos frente a las prácticas policiales abusivas, violentas y discriminatorias y al derecho a la ciudad”, señaló Esteban Rodríguez, uno de los abogados que coordina el manual. Y explicó: "Nuestro punto de partida para pensar un marco jurídico a la protesta social, que la legitime ante los jueces y fiscales, es la libertad de expresión. Y la protesta social es una manera de actualizar la libertad de expresión. Entonces, pensamos en brindarles a los referentes de esas organizaciones (de desocupados, comedores populares, cooperativas de cartoneros, etc) algunos insumos, materiales y estrategias para que puedan compartir con sus compañeros”.
Gabriel Appella, otro de los coordinadores del trabajo, explicó que para realizar el manual se trabajó dialécticamente: “Vimos cuáles eranlas situaciones cotidianas de las organizaciones, qué tipo de respuestas daba el Estado, y elaboramos una suerte de estrategias para saber qué hacer como, por ejemplo, qué cosas tener en cuenta antes de ir a una marcha”. “No partimos del deber ser, del tipo ‘todos tenemos derecho a expresarnos libremente…", porque son de un nivel de absrtracicón que los militantes no se pueden apropiar”, agregó. En el mismo sentido, Rodríguez indicó: “Otros manuales están destinados a ciudadanos sueltos: ‘Qué tengo que hacer yo si la policía me detiene’. Nosotros hicimos un enroque: el manual está destinado a organizaciones sociales en situación de vulnerabilidad, por lo que no le podemos decir a una persona que la policía no la puede cahcar o que tiene el derecho a una llamada, porque muy posiblemnte lo terminen humillando, si no golpeando.
Entonces, no va dirigido a ‘qué tengo que hacer yo si la Policiá me detiene’, sino qué tiene que hacer mi organización cuando ve que se lleva demorado o detenido a un compañero o vecino del barrio”, sintetizó. “Nuestra interpelación no es al ciudadano aislado, sino al que pertenece a una organización. No hay derecho sin organización”, indicaron los autores.
CIUDAD. Martín Massa, otro de los colaboradores del manual, se refirió al derecho a la ciudad. Indicó que se lo entiende desde “un sentido amplio” que implica “el acceso a los servicios, al transporte, a la salud y educación, entre otros”.
El manual, de unas 300 páginas, contiene ilustraciones que dan cuenta de las realidades de los destinatarios, con lenguaje claro y definiciones imprescindibles de algunos términos comunes.
"Este Manual es un Instructivo, sencillo, claro, escrito desde el compromiso y desde el llano, con un tono que no es paternalista sino compañero”, escribió en el prólogo el abogado constitucionalista Roberto Gargarella.
EXPRESIÓN. “Como militantes sociales veíamos que desde distintas organizaciones eran recurrentes algunas preguntas referidas al derecho a la protesta o petición a las autoridades; a los derechos frente a las prácticas policiales abusivas, violentas y discriminatorias y al derecho a la ciudad”, señaló Esteban Rodríguez, uno de los abogados que coordina el manual. Y explicó: "Nuestro punto de partida para pensar un marco jurídico a la protesta social, que la legitime ante los jueces y fiscales, es la libertad de expresión. Y la protesta social es una manera de actualizar la libertad de expresión. Entonces, pensamos en brindarles a los referentes de esas organizaciones (de desocupados, comedores populares, cooperativas de cartoneros, etc) algunos insumos, materiales y estrategias para que puedan compartir con sus compañeros”.
Gabriel Appella, otro de los coordinadores del trabajo, explicó que para realizar el manual se trabajó dialécticamente: “Vimos cuáles eranlas situaciones cotidianas de las organizaciones, qué tipo de respuestas daba el Estado, y elaboramos una suerte de estrategias para saber qué hacer como, por ejemplo, qué cosas tener en cuenta antes de ir a una marcha”. “No partimos del deber ser, del tipo ‘todos tenemos derecho a expresarnos libremente…", porque son de un nivel de absrtracicón que los militantes no se pueden apropiar”, agregó. En el mismo sentido, Rodríguez indicó: “Otros manuales están destinados a ciudadanos sueltos: ‘Qué tengo que hacer yo si la policía me detiene’. Nosotros hicimos un enroque: el manual está destinado a organizaciones sociales en situación de vulnerabilidad, por lo que no le podemos decir a una persona que la policía no la puede cahcar o que tiene el derecho a una llamada, porque muy posiblemnte lo terminen humillando, si no golpeando.
Entonces, no va dirigido a ‘qué tengo que hacer yo si la Policiá me detiene’, sino qué tiene que hacer mi organización cuando ve que se lleva demorado o detenido a un compañero o vecino del barrio”, sintetizó. “Nuestra interpelación no es al ciudadano aislado, sino al que pertenece a una organización. No hay derecho sin organización”, indicaron los autores.
CIUDAD. Martín Massa, otro de los colaboradores del manual, se refirió al derecho a la ciudad. Indicó que se lo entiende desde “un sentido amplio” que implica “el acceso a los servicios, al transporte, a la salud y educación, entre otros”.
El manual, de unas 300 páginas, contiene ilustraciones que dan cuenta de las realidades de los destinatarios, con lenguaje claro y definiciones imprescindibles de algunos términos comunes.
"Este Manual es un Instructivo, sencillo, claro, escrito desde el compromiso y desde el llano, con un tono que no es paternalista sino compañero”, escribió en el prólogo el abogado constitucionalista Roberto Gargarella.
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