1 oct 2013

El Derecho a tener Derechos en Vicente López

“Conocer nuestros derechos y organizarnos para defendernos de la violencia institucional”

En el marco de las actividades que impulsa la “Campaña contra la violencia institucional”, el grupo de extensionistas de El derecho a tener derechos y del Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ) realizaron un taller en el Barrio Las Flores, de Vicente López. El encuentro, organizado por el Movimiento Evita,  se llevó a cabo en el Centro Comunitario “La Alborada”.



Unas 30 personas participaron del taller sobre “Violencia institucional y organización”, entre ellos, dos trabajadoras del Patronato de Liberados provincial, jóvenes que han estado privados de su libertad, madres de jóvenes en conflicto con la ley penal, abogados y militantes del Movimiento Evita.

El objetivo del taller era desnaturalizar las prácticas policiales abusivas, así como desarrollar estrategias que pueda desplegar la organización para enfrentarlas. En un primer momento, se repartieron tarjetas con Derechos y  reglas como por ejemplo, que “todos tenemos derecho a transitar libremente y nadie puede ser privado de su libertad sin orden de autoridad competente”. Entre todos, se  discutió  cada una de las reglas y los Derechos, qué pasaba en realidad, si la Policía las respetaba o no. Se concluyó que la institución policial opera con prácticas ilegales, pero que son vistas por la sociedad, la Justicia y la misma Policía como rutinas normales de funcionamiento. Por ello, la primera tarea es desnaturalizarlas.

En un segundo momento del taller, se escogieron tres de esas prácticas ilegales consideradas como las más frecuentes: detenciones por averiguación de identidad, el hostigamiento y la requisa/cacheo. Nos dividimos en tres grupos con la consigna de pensar qué hacer ante esas situaciones. Las estrategias se anotaron en afiches que se compartieron en el plenario de cierre. 

Beti, la mamá de un joven del barrio que se haya detenido con una “causa armada”,  contó que cuando tuvo que enfrentarse sola a la detención de su hijo se encontró “en una nube”. “Cuando las mamás vamos a la comisaría tenemos que ir con alguien que nos asesore para que ellos (los policías) sepan que no estamos solas. Hay que comunicarse inmediatamente con la organización para que la organización llame y pregunte el motivo de detención. También podemos presentarnos colectivamente en la comisaría”, afirmó.

En la puesta en común, los diferentes grupos hicieron hincapié en la comunicación como estrategia de lucha. Así, señalaron la importancia de que los casos se difundan en los medios comerciales y comunitarios. Asimismo, como resguardo al momento de que ocurren detenciones o casos de violencia institucional, tener contacto inmediato con organismos de derechos humanos, así como con algún referente de la organización destinado a ese fin.

Otras acciones posibles y necesarias que se pensaron como medidas preventivas, fueron exigir las constancias de detenciones y llevar un registro de datos: de los policías que intervienen en los operativos, de los números de patrulleros, y de los vecinos que han estado presentes y pueden dar testimonio de lo ocurrido.


Uno de los jóvenes que estuvo privado de su libertad y está a resguardo del Patronato de Liberados narró que el hostigamiento policial es constante, y que ha padecido hasta cuatro demoras en un mismo día. En el barrio desarrollan estrategias para cuidarse entre ellos, evitar ser llevados a la comisaria o ser requisados. “Yendo o viniendo de casa al Bachillerato, nos manejamos por mensaje de texto con las chicas, para resguardarnos un poco. Con las mujeres todavía hay un respeto”.



La realidad del barrio

“Es un barrio donde los abusos policiales y judiciales son constantes”, contó un referente del Evita. Las Flores es un barrio del Conurbano bonaerense donde los monoblocks se alternan con casas bajas. En el centro comunitario “La Alborada”, donde se realizó el encuentro, también funciona la Guardería del Movimiento, destinada al cuidado de los hijos de las mujeres que cursan el Plan FINES. A menos de una cuadra de distancia está el Bachillerato Popular, y a metros de allí, hay un Club, un centro comunitario religioso y el local del Evita. 
A menos de 15 cuadras, el paisaje urbano cambia rotundamente. Es la zona comercial y residencial de la población pudiente de Vicente López. También, la zona donde la Policía hostiga con mayor ferocidad a los habitantes que salen del barrio. Los participantes del taller denunciaron que los efectivos de la Comisaría de Villa Martelli actúan con impunidad.

Ante ello, “vimos la necesidad de hacer algo colectivamente porque es un problema muy complejo. Con ese afán nos metimos en la Campaña contra la Violencia Institucional, para informarnos, aprender, ver qué podemos hacer”, afirmaron desde el Movimiento. 

El taller sirvió como puntapié para continuar debatiendo y consolidar la organización. Para ello, el grupo de extensionistas les acercó materiales como el cuadernillo “Derechos y estrategias frente a la violencia institucional”, folletos, calcos y DVDs con los tres cortometrajes “Contra la pared”, para ser utilizados como material informativo y de debate.


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