La jornada de cierre. |
El pasado 2 de marzo se realizó en la Plaza del sol de Ituzaingó Sur el cierre de la actividad ‘Un verano sin violencia’. La misma estuvo enmarcada en la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional que vienen promoviendo el Movimiento Evita y el espacio político Unidos y Organizados.
Entrada la tarde, con la radio abierta y la música de fondo, se fueron convocando vecinos y vecinas, niñas, niños, jóvenes y adultos, militantes y referentes de las organizaciones e instituciones barriales. Los feriantes de artículos ecológicos fueron armando sus puestos, y la plaza empezó a llenarse, el espacio público comenzó a ser apropiado por el mismo barrio, por todos los actores que esa tarde se convocaban, se encontraban para debatir, construir y organizarse frente a la violencia institucional.
Así comenzaba este festival-cierre, organizado por la Mesa Distrital de la Campaña Nacional contra la Violencia Institucional, la Agrupación Vecinos del Sur de Ituzaingó (AVSI) y la Dirección de Juventud del gobierno municipal, para el cual se tenía previsto la participación de tres bandas de música del barrio tocando en vivo, la realización de proyecciones, y talleres, sumados a la feria y la radio abierta.
El equipo del proyecto de extensión universitaria “El derecho a tener derechos”, junto al CIAJ (Colectivo de Investigación y Acción Jurídica), en el marco del festival y como parte de las estrategias de capacitación frente la violencia policial que viene trabajando desde el año 2006, coordinó una intervención pedagógica, de la cual participaron jóvenes militantes y referentes de distintos espacios y organizaciones sociales (como el Movimiento Evita, JP Evita, Agrupación Atahualpa, Kolina, La Cámpora, JP Buenos Aires, Peronismo Militante, Proyecto Nacional, SUTEBA, A.M.I.L y A.V.S.I).
Los grupos preparan sus argumentos |
A partir de aquella propuesta las y los participantes trabajaron en grupos reflexionando y discutiendo sobres ciertos argumentos estigmatizantes, sobre el olfato social, como mecanismo que permite la estigmatización a ciertos grupos sociales juveniles, habilitando determinadas prácticas cotidianas y sistemáticas, discriminatorias, violentas y abusivas, policiales y sociales. Así como también sobre el rol de las organizaciones sociales frente a aquellos discursos, estereotipos construidos y procesos de estigmatización que habilitan tales prácticas.
La intervención requirió de la creatividad de los participantes, de la puesta en escena (hubo luces, mesa para el jurado, sillas para los acusados y los acusadores y hasta la intervención de un reportero), necesitó de poner el cuerpo, de jugar a ser hablados por otros y por nosotros mismos, con la idea construir con alegría temas adversos y complejos de abordar.
El juicio popular en pleno desarrollo |
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