El sábado 12 de septiembre, el equipo del Derecho a tener Derechos realizó un taller de violencia policial en Escobar con integrantes del FOL (Frente de Organizaciones en Lucha), la Ciega y estudiantes de derecho. El encuentro realizado forma parte de una de las líneas de trabajo de la experiencia de extensión universitaria, donde se realiza un acompañamiento a las organizaciones para los usos del Manual de derechos humanos.
Desde hace un tiempo supimos, por parte de militantes de esta organización, que en la localidad del Gran Buenos Aires se había instalado una suerte de "estado de sitio" a partir del cambio de subcomisario. Así fue que organizamos para acercarnos a conocer bien de cerca los conflictos con el fin de realizar una interveción pedagógica que fortalezca la organización social.
Crónica del encuentro
Llegamos a eso de las 13:30 hs. y ya nos estaban esperando un grupo de compañeros de "La esperanza", un centro comunitario -ubicado a pocos metros de la Ruta 25- en el que funcionan emprendimientos cooperativos de carpintería, costura y panadería, además de un comedor barrial.
Crónica del encuentro
Llegamos a eso de las 13:30 hs. y ya nos estaban esperando un grupo de compañeros de "La esperanza", un centro comunitario -ubicado a pocos metros de la Ruta 25- en el que funcionan emprendimientos cooperativos de carpintería, costura y panadería, además de un comedor barrial.
Mate y budín de por medio, nos fuimos presentando y contando un poco la experiencia de "El derecho a tener derechos" y del Manual. Después pasamos a los relatos de algunos de los presentes, que expusieron la mano dura con la cual les toca vivir todos los días. Contaron que desde hace unos meses cambiaron de subcomisario y trajeron personal de San Martín y Fuerte Apache, los cuales "pasean" por los barrios vestidos de civil, deteniendo a los pibes que resultan "sospechosos". Uno de los chicos relató como lo tuvieron detenido junto a su hermano más de doce horas por averiguación de identidad (a pesar de portar el documento). Los esposaron sin ser sospechosos de nigún ilícito, los pasearon por el centro de Escobar y en la comisaria los hicieron desnudar (frente a otros detenidos menores), además de cachetearlos para hacerles saber "que en el barrio habían cambiado las cosas y ahora mandaban ellos".
Una compañera contó la detención de su hijo, hecho en el cual le plantaron una arma y balas, y lo golpearon, además de armarle una causa a partir de un allanemiento con muchas irregularidades.
Las detenciones, las golpizas y las amenazas son constantes, incluso contaron que algunas veces detienen a los pibes a la salida del colegio y que "después de las 19 hs. es imposible estar en la calle sin que te detengan". Todo esto alimentado por la necesidad de transformar la subcomisaría en comisaria, "para tener más recursos humanos y materiales para prevenir y reprimir el delito" según explicó el subcomisario Britez al diario local (nota exhibida por una vecina).
El "tucu" del FOL contando algunos de los conflictos
Haciendo especial hincapié en la organización colectiva, los integrantes del equipo de extensión universitaria expusimos una serie de estrategias que se pueden llevar adelante. Desde el relevamiento documentado de los casos, que puede llevar a una presentación judicial, hasta la movilización y las necesarias relaciones con organizaciones de DDHH.
La tarde terminó con la propuesta de los compañeros de armar una comisión que comience a relevar toda la información y genere los vínculos necesarios para comenzar a revertir la situación, además de hacer saber a los pibes del barrio que cuentan con el respaldo de la organización.
De nuestro lado quedó el compromiso de volver para hacer un taller con los chicos (que en esta oportunidad no pudo ser) y seguir apoyando a la organización, única forma de que los grupos vulnerables hagan valer sus derechos.
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