Informe: Gabriel Appella
El sábado 20 de junio, una multitud de jóvenes de barrios periféricos de
Una de las líneas de gestión del programa de extensión es el trabajo conjunto con organizaciones sociales en temáticas de derechos humanos. En esta jornada particular algunos de los ejes que se abordaron fueron la violencia policial, los derechos y las estrategias para hacer frente a esa violencia. Desde la construcción de espacios no formales y la labor en grupo se trabajo junto a más de 80 jóvenes que participan en distintos proyectos adolescentes del FPDS, como carpintería, cine, construcción, textil, entre otros. Desde el programa creemos necesario que el Manual de derechos humanos debe ser puesto en juego en espacios participativos para así multiplicar los contenidos del mismo, para socializarlos y ponerlos en relación con la vida cotidiana de los sectores populares.
La apertura de la jornada se generó a través de una intervención de teatro popular, donde se dramatizaron algunas situaciones problemáticas abordadas en el Manual en relación al hostigamiento que la policía realiza a los jóvenes de las barriadas. Las reiteradas demoras en la vía pública y la detención por averiguación de identidad, el cacheo y la requisa, el robo de documentos, y las fotografías en las comisarías fueron las situaciones que los compañeros pusieron en escena interpelando la vida cotidiana de muchos de los jóvenes que estaban presentes en el lugar.
Posteriormente se trabajó en grupos para reflexionar sobre las diferentes situaciones de violencia policial que acontecen en los barrios. En reiteradas oportunidades surgió el hostigamiento a los jóvenes, las privaciones ilegítimas de la libertad, el cacheo de personal policial masculino a las mujeres. También aparecieron las contradicciones propias de un sentido común marcado por discursos hegemónicos relacionados a que la policía tiene cheque en blanco cuando “alguien hizo algo”, a que los jóvenes no tienen derecho “cuando bardean”. Además los jóvenes marcaron que solos frente a la policía no pueden hacer nada, “porque nos conocen, saben quiénes somos”, y el temor a las represalias es un sentido compartido por varios de los chicos que estuvieron presentes en la jornada.
También se hizo un recorrido por los derechos que se tienen (en
Durante la segunda parte de la jornada se trabajó el tema del 26 de junio de 2002 organizada por militantes del Frente Popular Darío Santillán. Se propuso a los jóvenes recorrer cuatro postas donde se recreaban: la organización en los barrios previa al 26 de junio de 2002 donde se remarcó el trabajo que hacía Darío en un espacio productivo, las reuniones y asambleas, la lucha en las calles y rutas; otra posta reconstruyó el corte del Puente Pueyrredon y a través de videos se mostró la masacre por parte de las fuerzas policiales; la posta que le siguió fue el juicio a Fancchioti y Acosta, la sentencia a los responsables materiales y el reclamo por juicio y castigo de los responsables políticos. Por último, se montó dentro del aula donde funciona el Bachillerato Popular, un espacio que simbolizaba la estación de Darío y Maxi (Ex Avellaneda), donde a través de la lucha se recupera
¡Darío y Maxi no están solos!
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